miércoles, mayo 30, 2018

Absurdeces parvularias.

Vale, estamos M y yo haciendo el dibujo de Lanzarote para el cole, y acabamos de tener la discusión más absurda... Bueno, en realidad tengo un surtido de absurdeces y tonterías variadas:
- quería hacer la d mayúscula, pero le salió una  b minúscula. Drama.
- quería escribir Lanzarote, pero escribió LanCarote. Drama.
(que ya sabía yo que lo de aprender a leer y escribir a destiempo iba a traer cola... Por qué no aprenderá a ponerse los calcetines primero, que es más útil...
Hablando de cola, mejor no hablar de la que le ha pintado al demonio de Timanfaya... Una pitón le ha puesto)

- y lo mejor : quería dibujar las casitas de César Manrique, pero con chimeneas rojas. Le he intentado explicar que no llevan chimeneas, que no serían rojas, le he enseňado mil fotos (que aquí el colega es de la cofradía del "sinoloveonolocreo") y después de un forcejeo dialéctico ha dicho, "pues pinto sillas". (Y ha pintado sillas, en Lanzarote. Que también se sientan, es verdad). True story.

Además llevamos un día de:
  - quiero chicle. Pues si no me das chicle, no te hago caso.
- este yogur sabe raro. Y cuando me lo estoy comiendo yo, llanto de "ese era mi yogur".
- quiero hablar con tía por Skype. Tía no está. Adagio de pataleta de sillón y brazos cruzados acompañados de morritos.

Alguno más ha habido, pero mi subconsciente ya lo ha borrado. De hecho le acabo de preguntar y el tampoco se acuerda por qué más se ha enfadado hoy.

Alguna vez me he reído, pero al parecer no es gracioso ni de buen gusto que me ría de desgracias ajenas. Así que aquí estoy, aguantando el tipo.

Ahora está súper entretenido cortando cinta aislante. Un invento.

¿Alguien sabe si los preescolares tienen el síndrome premenstrual o similar? Es para una amiga.

Besis circunspectos.
Geisha de festivo con niňo.

PD: aviso a navegantes, la salsa de tomate va a un lado, no encima...
En serio, debe haber luna llena o me han cambiado al niňo, que normalmente es un amor... Si no fuera porque es miniyo...

martes, mayo 29, 2018

¿Seguro? Pero sin franquicia.

Bueno, ayer tiré la taza a la basura y la servilleta al fregadero.

Antes de ayer me apuňalé la mano izquierda con la derecha, así en modo bíblico, mientras intentaba cortar una calabaza, para cocinar... Para qué, si no se me da...

Hoy ya voy por la casa con la prudencia de que hay un poltergeist doméstico que se está partiendo la caja cósmica a mi costa... Y tengo que plancharme una falda... Voy con miedo...

Aparte de eso, he vuelto a romper el móvil (the truth is, que se ha roto el solo, al rato de estar encendido, se apagaba, así que to the hospital del móvil), mi coche nuevo de empresa está en el taller para arreglarle tooooda la chapa, horror story, mi coche de alquiler es como una rubia loca, bonito por fuera pero después de un rato con él - ella, acabas con un grave dolor de cabeza... ¡Cómo se desactiva el sensor de aparcamiento (que encima lo tiene por los 4 costados)!

Y es martes, pero maňana es festivo, así que lo enfoco como el yin y el yan de la semana laboral (que, by the way, nunca sé cuál es el bueno y cuál el malo, es como el "una de cal, una de arena" español, no?).

Así que venga, me voy a planchar con miedo, a trabajar con alegría y a esperar el día festivo full de actividades infantiles con paciencia. Modo esquizofrénico bipolar ON.

Besis a todo riesgo.
Geisha asegurada.

sábado, mayo 26, 2018

Sueňología.


Llevo un par de noches soňando que recojo caracolas y conchas en la playa, grandes y brillantes.
Hasta ahora lo había asociado con ganas de vacaciones (a ver, quién no tiene ganas de descansar en una playita de arena blanca y fina y recoger unos conchas para decorar la home sweet home), pero me ha dado por buscar el significado de los sueňos y esas cosas (que una es poli-creyente selectiva) y me ha sorprendido lo que he encontrado :

"Trata de no regalar tu confianza a la primera persona que entra en tu vida.
Soñar con conchas suele sugerir prudencia y cautela.
Soñar con conchas y recogerlas. Indica periodo de reflexión, recogimiento interior y meditación. Debes evitar estar sometido a tanto estrés y aprender a disfrutar de las pequeñas cosas que la vida regala."

Alucifliping green peppers.
Me lo voy a tener que aplicar, aunque no me salga naturalmente...

Besis de sábado de zafarrancho.
Geisha meditabunda on a pin-UP style kinda day.

viernes, mayo 18, 2018

Diario de una loca hiperactiva II

... Viernes que te quiero viernes...
Horas de sueňo en espera que se solucionan con café de máquina. Ese café que te despierta, no por la cafeína que pueda contener, que no tiene, sino por el sabor que te horripila hasta el sistema límbico, te activa el parasimpático y te pone en marcha en cero coma.
Compi que me recoge y me lleva a recorrer Madrid a vista de comercial : buenos días, sí, no, adiós, adiós. Así una y otra vez, hasta que una acera rota se interpone en nuestro camino. En el mío. En el de mi tacón. Pie atrapado, cuerpo que sigue, cuerpo que cae, ¡cuerpo a tierra!. Metro setenta al suelo, previo vuelo cual ave migratoria. Mano sangrando, rodillas latiendo, reloj estrellado y zapato atrapado en la acera, compaňera preguntando qué ha pasado... Y yo, yo no puedo hablar de la risa que me ha entrado. ¡Vaya tortazo! A ver, ya estaba tardando, y si hay que caerse, pues se cae, pero bien, a tope, en "Madriz", que no me conoce nadie y además, la última caída también fue aquí... Debe ser por el centro de gravedad o el kilómetro cero o algo de eso.
Una vez recuperada la compostura, seguimos visitando, hablando, riendo, comiendo, hablando más, cenando, hablando y hablando hasta que no nos queda voz, ni tripas ni nada, sólo tranquilidad. Dormimos.

Sábado: desayuno madrileño de churros y chocolate. Tatuaje madrileño. Carrera por el metro madrileño con los tacones en la mano porque una, aunque no quiera, es impuntual. Comida iraní. De merienda conversación con viaje al pasado y al futuro. Cena madrileña, marcha madrileña, música... Reggaeton... ¿En serio? Abrazo, despedida. Taxi. Litera de arriba, con ropa y todo. No me quedan fuerzas.

Domingo : qué hacer con este domingo. Tanta oferta, tan poco tiempo, tanta gente a la que ver y todo tan lejos en este Madrid de siglos mezclados. De nuevo viajo al pasado en uno de estos metros. Y el día va llegando a su fin. Lleno de café y conversación, de planes que al final no pueden ser y se guardan para otra vez. Lleno la baňera del hotel y, esta vez sí, aguanto dentro hasta que el agua se enfría y se me arrugan los dedos como cuando era niňa. Esto en mi casa es inviable. No quepo en la baňera, me puede lo del gasto del agua, no tengo un albornoz mullido y básicamente no me da la Vida para esperar y no hacer nada. Me duermo.

Lunes : 4 y media de la madrugada!!! Suena el despertador, suena el teléfono, suenan mis huesos al estirarme. Sueeeeňoooo. Recojo a mil por hora. Me abrigo. Me tiro al transfer del aeropuerto casi en marcha. Aeropuerto. Avión. Siesta de cuello torcido y cabeza colgando. Otro aeropuerto. Lluvia. Casa. Coche. Trabajar y trabajar. Cole. Merienda. Cena. Muero.

Martes, Miércoles, Jueves : todos saben a viernes. Parece que hace mil años que estuve de viaje. Casa, trabajo, gimnasio, colegio, casa, dormir, trabajo, colegio, coche nuevo, coche viejo, coche nuevo que ha sufrido percances en el viaje, chocado, rozado, ensuciado, reclamación, lavado, aprender a conducirlo, cambiar la silla, las cosas, la forma de ver las cosas, hacer y deshacer planes, dormir, casa, trabajo, gimnasio... Sucesión de "tengo que". Me canso de pensarlo. Y aquella ciudad de la que ya no recuerdo el nombre, tan lejos...

Besis soňadores y soňolientos.
Geisha hipovitaminada e hipercafeinada.

lunes, mayo 14, 2018

Diario de una loca hiperactiva

Lunes: casa, trabajo, trabajo, casa.

Martes: casa, trabajo, gimnasio, aeropuerto, reunión, casa de la hermanísima.

Miércoles: Madrugón, muero un poco y hago morir un poco a los que me tienen que llevar al aeropuerto, avión, trabajo, casa, maleta, aeropuerto, Madrid, reunión, cena (camarero simpático, guiňo, guiňo) , plancha la ropa a la 1 de la maňana con la plancha del hotel porque lanzaste la ropa en la maleta como si fuera la tienda de campaňa del 10-tlon mientras tu compaňera de habitación te cuenta el capítulo de serie que fue su viaje, con "hay un médico a bordo" presente y retorno a la base aérea incluido. Duérmete.

Jueves: con el cambio horario no muero nada y con mi total look de topitos blancos, incluyendo mis beloved high heels, menos aún. Voy fashion "que te cagas" (me incorporo al lenguaje del lugar y me mimetizo). Desayuno hotelístico y holístico (me encaaaantaaaa), cabify (lo adoroooo), reunión en el centro de la capital (a que suena glamuroso)... Horas de tedio intermedias equivalentes a reunión de empresa (bueno, vale, no tanto, exagero...)... Media mañana : CAFÉ, CAFEEEEEE. Y... más reunión.... Ains.
Ir al baňo y perderse en un laberinto de puertas al entrar y al salir (los ricos, que no quieren que se les vea... ni se les oiga... Hay como 4 puertas para llegar al toilet. 4. En modo laberinto, así que al salir me acabo metiendo en otro toilet... 2 veces. Decido que a partir de ahora iré al de movilidad reducida, que está más cerca y tiene un espejo más grande. Es para veeermeee mejoooorrrr). Más reunión, más café, más charla con los compi (auténticos protagonistas de éstas cosas) .
7 de la tarde. Soy como el de "Abre los ojos" pero en una plaza cerca de Atocha y rodeada de gente. Estoy perdida, sola... Y feliz!
Hago llamamiento a la amistad madrileña, hasta que invoco a mi amigo Gamenpin. Lo conocí en la calle, al pobre... El dirá otra historia, pero yo le salvé una vez... Jeje. Soy la abuela cebolletas.
Zumo, bollo de canela, confidencias y partidas de tinder, seguidas por otras conversaciones en otros sitios de Madrid, incluyendo caminar descalza, tacones en mano porque mis pies mueren, mis dedos mueren y yo moriré maňana que tengo que madrugar y trabajar. Taxi, hotel, tarjeta no funciona, recepción, tarjeta nueva, habitación, fundido a negro.

Viernes:... Continuará

Besis holísticos.
Geisha in a hurry (as usual)

miércoles, mayo 09, 2018

Ai ein gona lif foreva (I ain't gonna live forever)

Amanezco en una ciudad que es la mía, con las pilas cargadas y los objetivos puestos. 
Me levanto, me visto, me voy.
Fuera es aún de noche. Los proyectos es mejor empezarlos antes de que despunte el día y las luces de colores te distraigan.
Conduzco con la tranquilidad que da la carretera vacía y el corazón lleno de ilusión.
FLASH!!!
Iba yo tan ensimismada en mis epifanías místicas que ni me he dado cuenta de que acabo de pasar el radar que más recauda de España, a 75 por hora, en zona de 60. Fotón que me ha sacado. He salido hasta sonriendo, yo con mi paz interior (ellos sí que van a sonreír). Me ha matado todos los pajaritos preňados del susto. ¡Céntrate mujer, céntrate!

Prosigue mi día de ejercicio (no sólo lo sé escribir, sino que ahora lo practico y todo).
Hago aquí un inciso para decir que la hermanísima ha tenido a bien insistirme en que necesito el ejercicio, que tengo una edad y que las cosas mutan de sitio. Lo ha dicho con otras palabras, bueno, con una mirada, pero era una mirada de desaprobación... Desgraciaaada.

Ya en casa, mientras estoy en medio de la vorágine de desayuno, vestirse, salir, decidir si hago la maleta para mi viaje inminente del día siguiente ahora o después, me suena el teléfono y me surge una reunión en otra ciudad para esa misma tarde.
El día se me amontona en sí mismo, citas, pedidos, agencia para buscar el pasaje, llamar al aeroparking, pedir asilo nocturno, decidir si comer o si vivir de las chichas. Comer.

Aeropuerto, avión, otro aeropuerto, autobús. Autobús se rompe por el camino. Conductor decide forzar la máquina y llegar a destino aunque sea dando tumbos (que los dábamos). Y llegamos. Éste es de los míos.
Destino. Taxi. Reunión.
Tiempo libre para charlar, para risas, para recuerdos, para hablar sin tapujos y con muchos tacos. Y más risas. Y un perrito caliente de los de la universidad y un zumo. Y consejos. Y besos y abrazos y un par de lágrimas y nos despedimos.

Y por fin llego a una cama de una casa que no es la mía, de una ciudad que no es la mía. Y me siento afortunada por todo... Menos por la multa que me va a caer y que me va a desestabilizar el presupuesto para tatuajes. (tampoco estoy contenta de que la hermanísima me sugiera yoga facial... Ni que existiera el yoga facial ni yo lo necesitara... ¡" Amos"!)
Me duermo por fin, con un millón de cosas en la cabeza, sobre todo ¡Vive mujer, vive!

Y me despierto de nuevo en esta ciudad que un día fue la mía, de nuevo de noche, de nuevo con un millón de cosas que hacer y pidiéndole prestado tiempo al tiempo para hacerlas.

Aeropuerto. Avión. Otro aeropuerto. Mi coche. Mi peque (mi alma gemela). Cole. Trabajo. Corre, corriendo a todos lados. Hoy no hay gimnasio. No time. Otro día. I swear.
Por fin llego a mi casa. 13.30 zulú. Maleta sin hacer, yo sin comer, la casa sin recoger, sin tiempo de llevar el coche al garaje. En una hora hay que estar en el aircraft.

Prioridades: meter.
Meto la ropa en la maleta.
Meto comida en el estómago. Meto el estómago para que no se note que he metido comida.
Meto pensamientos de cosas que tengo que hacer en mi cabeza.
Meto recordatorios de cosas que tengo que hacer en mi móvil. Ya, yo tampoco me fío de mi cabeza.
Meto la llave en la cerradura y me voy con mi maleta y mis ilusiones a otra parte.

Taxi (previa llamada errónea a un particular que amablemente me proporciona el número correcto de los taxis). Aeropuerto. Carrera por el aeropuerto con los tacones en la mano, junto con el DNI, el móvil, la tablet y las gafas. La maleta en la otra, la mochila a la espalda. La "combinación" , monísima pero inútil totalmente, trepando en lugar de quedarse quieta en su sitio y mi cerebro bifurcado entre preocuparse por que se me vea el culo, se me rompan las medias que estoy estrenando o me cierren la puerta de embarque, que ya está la azafata de turno diciendo por megafonía que "como ya les hemos dicho, esta es la última llamada para el vuelo tururú tururú", que a mí me recuerda a cuando le digo al peque que esta es la "última muy última" y que después ya no hay más oportunidades y no me digas nada porque ya te lo advertí... Pues lo mismo.
He de decir que la compañía es Er-uropa, again, así que los hados viajeros nos cojan confesados, porque volamos en un Airbus de los guapos-guapos, y puede que en vez de en la capital de Espéin acabemos en la de los Yueséi.

Y mientras vuelo, escribo y pienso. Y esta noche otra ciudad, otra que no es la mía, y ¿sabes qué? ¡me encanta! ¡Disfruta mujer, disfruta!

Besis con millones de millas aéreas.
Geisha de altos vuelos.

jueves, mayo 03, 2018

40 is the new "IDGAFWYT"

Tomas decisiones difíciles, que parecen difíciles, que incluso lo son en su momento.

Dudas, tienes vértigo, te duele la barriga, la cabeza, no duermes, comes por masticar algo, y tu cabeza va y viene de posibilidades, opciones, universos paralelos, siempre llegando a la misma conclusión: es lo mejor, es el momento, es el "ahora o ahora".

Hay gente que lo entiende, gente que no, gente que lo vio venir y gente que aún ni lo sabe. Hay gente para todo.
Incluso hay gente que te ve meses después (gente que ve a diario a más gente como tú, que lleva aňos haciéndolo) y te dice: "nunca he visto a nadie tan seguro de nada en mi vida".

Y tú sonríes, porque es verdad, a pesar de tu cabeza, de tus dudas, de los "arribas" y sobre todo, de los "abajos", estabas, estás segura y eres y estás feliz.

Los 40 son los nuevos "I don't give a fck what you might think", lo que viene siendo "mi vida, mis reglas". Definitivamente, son para ser feliz.