miércoles, enero 21, 2015

Polillas en el estómago

28 de Diciembre: Preparación del listado anual de ventas. Entradas, salidas por venta, salidas por devolución, nombres de los proovedores y de los compradores. Movimientos y más movimientos. Folios completos de información. Cotejo de datos en papel, datos informáticos, albaranes, peticiones.
 Se acuerda no hacer más pedido hasta el 1 de Enero para conservar el listado tal cual está, terminado.

29 de Diciembre: alguien ha hecho un pedido para reponer almacén. GGGGRRRR. Hay que modificar el listado nuevamente. Además siguen viniendo compradores. A ver si escapamos modificando sólo las columnas de entradas y salidas. El stock inicial sigue siendo el mismo...

31 de Diciembre: dos días intensos de entrada y salida de mercadeo. Cada vez que hay que modificar el listado es como volver a tener que hacer el trabajo nuevamente. Se revisa todo una y otra vez por si acaso.

1 de Enero: por fin. Listado terminado. Última revisión. Stock inicial, entradas, salidas, devoluciones, stock final. 

7 de Enero: Revisión final, papel, informática, albaranes, órdenes, informe completado y listo para entregar. (espero. Ya sólo veo líneas y líneas de información, he perdido la capacidad de discernir si hay algún fallo...)

7 de Enero, mediodía: listado mal. Hay que revisar todo otra vez. El ordenador ha considerado un préstamo como una venta y los stock están mal... Espero que sea un error aislado. Confío en que todo lo demás está bien.

19 de Enero: el programa da error, cambia unos datos de clientes por otros, pero conservando la misma numeración. Llamar al departamento de informática.

20 de Enero: informática no devuelve las llamadas, vamos a empezar a cotejar datos de todo por si acaso.
Listado de ventas anual, ¿por qué hay un -1?
Se revisa ese producto en concreto. Última venta: 15.11.13. No aparece esta venta en el programa. Tampoco aparece en el registro de las ventas. Sólo está en papel. Será una confusión de producto... Empezamos a mirar los demás productos con nombre parecido... parece que están correctos... espera... octubre de 2013... faltan datos, alguien se ha dedicado a borrar datos de proveedores, de clientes, de número de registro... se han renumerado todos los productos del listado... siento un hormigueo, un mariposeo en el estómago... llevo días así, desde que empezó este jaleo... no me lo puedo creer...
Revisamos uno por uno, intentamos arreglar donde cuadra, encontramos una venta falsa y un arreglo manual, dejamos constancia, pero ese stock negativo sigue mirándonos con su luz roja intermitente. Esto es grave. Podríamos ir a la cárcel. Y yo ni siquiera estaba aquí cuando sucedió... pero sí ahora que intentamos arreglarlo.
Dejamos una nota para llamar a los informáticos al día siguiente. La venta sigue sin aparecer. El registro en papel sigue ahí. Los renumerados han sido anotados nuevamente con el número de registro actualizado... Si esto es 2013, esperemos que no haya afectado al registro de 2014... Esperemos. 

21 de Enero: Acabo de recibir una llamada en casa. Más "comidilla" en el estómago. Registro 2013 es en realidad de 2014. Lapsus ortográfico de la mano que lo escribió. Lapsus visual de los ojos que lo revisaron. Stock inicial: mal. Ventas: mal. Stock final: sorprendentemente bien. Pero el listado final de ventas es incorrecto. Habría que modificarlo... pero ya ha sido enviado. En principio disponemos de 10 días hasta que acabe el mes para solucionar este enjambre enmarañado de filas, columnas y números. Confiemos en que los informáticos nos echen una mano (y que no sea al cuello).
Saldo del día: un jefe muy cabreado, dos almas muy arrepentidas de meterse en camisa de once varas, unas hojas de apuntes manidas que nos miran con sorna... Hay que revisar esto otra vez. Uno por uno. Línea por línea. Columna por columna.
El problema ya no es que al final lo solucionemos (que lo solucionaremos). No volverán a confiar... 
Por mucho que hagamos o hayamos hecho, la mella del error quedará, y la suspicacia del trabajo mal hecho prevalecerá... Por mucho que salgamos horas tarde, nos llevemos cosas a casa, hagamos del tiempo un duplicado para hacer el triple de cosas y resolver el cuádruple de problemas... ¡cómo envidio a los gandules, que no se meten en líos y no se equivocan nunca!

Besis corporativos.
Geisha

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