martes, julio 31, 2018

ALUCINA CON LA VECINA

Las vecinas son un mundo aparte. Como las señoras.
Lo malo (o lo peor) es que tenga la doble nacionalidad señora-vecina.
Aunque en realidad,  el apocalipsis se produce cuando se trata, además, de la  vecina portera (Señoris veciniensi variedad porteriensi). Ahí puedes morir directamente.

Las vecinas son una especie adaptógena, normalmente saprófita, que no suele actuar por maldad. Está en su naturaleza materno-filial el meterse donde no son requeridas, asesorar sobre cualquier asunto y, muy importante, que se siga su consejo, sopena de castigo, tipo avallasamiento escalar, tortura inquisitorial verbal, acoso físico y "pisicológico" - que ellas lo pronuncian así-.

Así, donde una vecina dice "vete al médico y que te mande estas pastillas, como las mías. Toma, te dejo el cartón ",
la vecina-señora, directamente abrirá su monederito, estratégicamente guardado en el tronco superior derecho (o teta derecha) y le dará a la yonki escaleril de turno el correspondiente "dicepan, orfidá, trankimanís" o "pisicotropo" que corresponda a la moda prescriptoril en boga. 
Y es que las señoras-vecinas son las "camellas" de la comunidad de vecinos, y a veces hasta del barrio. 
Tienen (y te dan) la de dormir,  la "amarilla de la infección", el antibiótico "para el catarro, que eso te lo quita en dos días" (ay madre, que las bacterias resistentes a antibióticos nos cojan confesados), te dicen cómo curarte la gota, la costra láctea y hasta el mal de ojo.
Y todo eso sin preguntar ni alergias, ni preocuparse de interacciones medicamentosas ni de insuficiencia alguna.
Para qué,  si ellas ya saben hasta la hora y frecuencia de tus deposiciones...

Por eso, me pregunto,  para qué hacemos los profesionales de las Ciencias de la Salud prácticas en Hospitales, Centros de Salud, Oficinas de Farmacia...
¡Deberíamos hacerlas en el barrio, con la señora-vecina-portera!
La de dinero que ahorraríamos.
La de anamnesis que recopilaríamos.
Que se quiten el MIR, el FIR, el PIR y el QUIR (esto existe?).
Aúpa las señoras que todo lo saben y aúpa más las que te hacen saber que tú no tienes ni idea.

Menos mal que una está curada de espanto y un poco pasota gracias al Orfi de la portera.

Besis psicotrópicos.

martes, julio 24, 2018

LAVADEMORA

Ese momento en que te levantas tempranito y te dices,  en lo que me ducho, me visto,  me desayuno, me pinto, me peino y me hago la foto de "hola mundo!", me da tiempo de poner una lavadora, que acabe, y tenderla.
Ese momento en que después de poner la lavadora, ducharte,  vestirte, desayunarte, pintarte, peinarte, hacerte la foto, coger el coche para ir a trabajar,  trabajar un par de horas y a media mañana,  como a 80 km de tu casa, acordarte de que la lavadora ya debe haber acabado.
Justo ese momento.

lunes, julio 16, 2018

Electrifiesta

Como testigo en primera línea de la excelencia española, doy fé de que esto es #truestory, pero con certificado,  eh?:

Se va la luz en un establecimiento de salud. No se arregla subiendo el diferencial. No encuentran la avería.
Llaman y llaman al electricista, pero no contesta. Llaman a otro electricista,  pero está en una avería y no puede ir.
Hora y media más tarde,  aparece el electricista#1. Sin apenas entrar,  ni mirar ni tocar nada,  diagnostica que eso es de tener todas las luces encendidas,  que están gastando más potencia de la contratada.
Qué hacemos,  pregunta la encargada del negocio.
Dejar las luces apagadas, "y" ir a unelco a que se lo arreglen.

Excepcional.  Aún se me saltan las lágrimas cuando lo recuerdo. No tengo muy claro si es de risa o de pena.

viernes, julio 13, 2018

MALETA, te I hate you!

Me gusta viajar como a la que más. 
Viajar, visitar, comer, comprar...
Endorfinas y oxitocina a tope.
Pero odio, ODIO hacer la maleta.
Da igual que sea para dos días o para dos semanas. 
Qué llevo, ¡QUÉ LLEVO!
Frío, calor, día, noche,  formal, informal, y si... por si... AAAAAGGGGHHHH
Y así me pasa, que lo voy dejando, dejando, y me veo la noche antes (o la hora antes) metiendo un puñado de guruños en la suitcase (que luego llega la ropa como si fuera de contrabando) y cuando llego a destino, pues no me combina el traje de noche con las allstar...
Pero llegamos a destino (previa facturación,  porque una está en modo "paso de la maleta". Paso de semiatropellarme con la puerta giratoria, de semimatarme subiendo la escalerilla del aircraft y de pelearme con las multitudes por un hueco en el compartimento overhead. Paso, súper paso e hipermegapaso de andar arrastrando la caja con ruedas teóricamente "zrisixty" pero que sólo funcionan en el anuncio y en la tienda. )
Y en destino, descansa la maleta abierta como una jarea junto a la cama que me han prestado para pasar el finde, con todo su contenido saliendo a borbotones como si fuera una caja de las bromas.
Peeerooo, lo bueno se acaba, y toca volver a hacer la susodicha maleta para regresar a casa. 
Aaaaiiinnnss.
Y a la vuelta,  que debería ser más fácil,  parece que cuesta más.  Que las cosas se multiplican,  que la ropa se infla (debe ser por la m...), y encima una se lleva souvenirs,  y decide que ya no quiere cargar con el abrigo en la mano, que no vamos en Raya-un-er (ni aunque quisiéramos,  que seguro que nos cobran exceso de luggage). Y al final,  vuelta a subirse al equipaje para poder cerrarlo, para justo en la última vuelta de la  cremallera , recordar que el neceser sigue en el baño.
Toca abrir la maleta, ir a buscarlo,  volver y... encontrarse con que ha sucedido algo inédito... La maleta está llena de aguacates.
¡LLENA!
¡AGUACATES!
Y una no puede sino reír.  Mucho. Y reestructurar la maleta para que quepa el oro verde. Y luego encomendarse a todos los santos aeroportuarios al facturar la maleta: para que no pete,  para que seguridad no la pare por contrabando de comestibles,  y para no encontrarse con la fiesta del guacamole cuando la abra (preferentemente en casita), sobre todo después de haberme tenido que subir con todo mi peso corporal y humano para poder cerrarla...

Besis de domingo viajero.
Geisha contrabandista.

miércoles, julio 04, 2018

Little Joe Couture

Vale,  me encanta Alaska de toda la life (véase años 80) y toda su troupe.
Gracias a la MTV, descubrí a Mario Vaquerizo y I fell in luv. 
Cuando conocí a las Nancys Rubias, hipermegarrequetealuciné, y soy gran admiradora de la Nancy diseñadora que le hace la ropa a Alaska.
He descubierto que tiene web de venta online. 
Me he suscrito a la newsletter, básicamente para conseguir un bono de 5 euros, y además, tengo un cupón de descuento por un nosécuántos por ciento más (que ahora que lo pienso,  no sé si serán acumulables)...
Dedos al teclado,  me voy a comprar algo. 
¿Camiseta? Vale! 45-90 euros... No valeeeee.
¿Pañuelo/Foulard? ¡¡¡Valeeeee!!! 75 euuuuuroooossss. Nooo valeeeee.
Hay una sección de hogar.  Ni me he atrevido.
Así que, aquí chica de mercadillo y rebajas varias ofrece su cupón de 5 euros al que lo quiera-guión-necesite.
Juanpe,  te I luv ya,  pero soy madre, paupérrima y manirrota (nótese que ama de casa no digo. No soy)

Besis cibernáuticos.
Geishamentirosa.

martes, julio 03, 2018

Open eyed day dreaming

La imagen se había congelado.  Sólo oía su respiración,  como cuando se respira al nadar. Todo lo demás,  vacío.
No necesitaba mirar a los lados para ver qué ocurría a su alrededor mientras tanto.
Algunas personas ni se habían enterado de lo que había pasado,  otras aparecían con el cuerpo girado hacia la escena que previamente habían presenciado,  las más avispadas se encontraban en postura de desplazamiento,  torso girado,  rodilla en alto, un brazo hacia delante y otro hacia atrás.  Cualquiera diría que iban a echar a correr en cualquier momento.  Pero allí nadie se movía.  Todo estaba congelado, salvo su respiración.

De repente,  todo cobró vida de nuevo. Las conversaciones de los ignorantes,  los gritos de los conscientes, las carreras y los zapatos rebotando en el pavimento de los testigos que apenas habían tenido tiempo para reaccionar.  Y la sangre.
La sangre brotando a borbotones de aquella cabeza, como si de una fuente de Central Park se tratase. Un aspersor macabro que teñía todo en su caída , dejando un estampado impresionista de rojos cerúleos y marrones cereza.

Entonces ella empezó a reír.  Una risita histérica que se tornó carcajada gutural conforme el cuerpo alcanzaba el suelo a una velocidad indeterminada. 
Risilla tímida, risa abierta de dientes blancos,  carcajada de doblarse por la mitad mientras se sujetaba el estómago y la entrepierna. Risa burlona de señalar con el dedo, como las madres dicen que no se debe hacer.  Dedo acusador apuntando al zapato,  a la cabeza, al tacón de aguja de 15 cm ahora incrustado en el cráneo y del que no se veían más que los pompones de colores cayendo a un lado de la cara de él,  el ahora bufón, tumbado en el suelo con una máscara mortuoria mezcla de incredulidad,  vulgaridad y ridiculez.

Y ella sigue riendo y señalando con el dedo.  Apuntando como si tuviera una pistola y soplando en el índice el humo imaginario.
Rímel corrido de tanto reír,  un pie descalzo en el aire mientras se la llevan en volandas a un lugar apartado de allí.

Y entonces silencio.  Sólo susurros.
Algún llanto nervioso. Y el olor.  Qué rara huele la sangre.  Es algo que nunca te dicen...

...

- Oye,  sigues ahí...  (Chasquea los dedos) ¡Despierta! Eres más tonta de lo que pareces o qué. Repíteme lo que te acabo de decir,  a ver si lo has entendido. Sería la primera vez. 

- Sí,  disculpa.  Me he quedado obnubilada.  Últimamente no descanso...

- Cuéntale tus penas a quién le importen.  ¡Aquí se viene a trabajar! Dios qué cruz. ¡Lo tengo que hacer todo yo o qué!

- Ya voy. Me cambiaré los tacones de pompones,  no sea que tengamos un accidente (y mientras lo dice,  lo mira de reojo con una mueca torcida de pretensiones incumplidas)

...

Besis especulativos.
Geisha literaria.