#EPIFANÍASEMANAL :
Esta mañana, conduciendo el bólido a toda pastilla por la autopista en dirección a una de mis oficinas, venía detrás de mí una chica en una C.Berlingo (o algo de eso, yo las marcas de los coches las identifico más o menos como a los jugadores de fútbol... ). Las dos por el carril izquierdo, las dos a tope de velocidad (más bien, por encima del tope de velocidad). Ella venía haciendo aspavientos, gesticulando, moviendo brazos. Yo la miraba por el retrovisor y hablaba sola conmigo misma "qué quieres, que vuele, si ya voy a mil. Qué no me puedo pasar, que está el carril lleeeenoooo" y así durante unos 10 km. Hasta que me di cuenta de que no hacía aspavientos. Bailaba. Pero bailar. Y cantaba. Y ahora que me fijaba, la tía se lo estaba pasando súper pipa en su coche, en una autopista de 8 de la mañana plagada de kamikazes y torpes (no, no hay término medio). Pero pipa. Y me dio tanta envidia, que mi música ya no pegaba con su baile, y apagué la radio. Y así estuvimos otros tantos km. Ella a su bola, modo Party in the Car ON, y yo de vecina cotilla muriendo por saber qué canción estaba escuchando esa mujer, que casi hacía que el coche se bamboleara a su ritmo.
Entonces me di cuenta. Estaba ahí pendiente de ella y su diversión, en lugar de pasar a la acción y buscar alguna música que me hiciera derramar tantas endorfinas como a ella.
Igualito que en la vida. Hay mucha gente pendiente y deseosa de hacer lo que hacen otros, en lugar de dar el paso en la dirección de lo que les gusta/atrae.
¡Yo quiero ser como la chica de la Berlingo y bailar, literal y figuradamente, hasta que se mueva el coche y el mundo!
Besis a ritmo de fiesta de la vida.
Sonia SV Geisha mentirosa.