domingo, abril 01, 2018

EXPERIENCIA RELIGIOSA O CÓMO TERMINAR UNA SEMANA SANTA ATÍPICAMENTE.

Después de una semana de:
Playa.
Más playa.
Cerveza.
Más cerveza.
Amigos.
Falta más tiempo con los amigos.
Me arrastro a regañadientes desde la playa, encroquetada como si me dieran un euro por cada grano de arena que llevo pegado,  hacia mi coche (lleno de tierra como si le valiese madre que lo limpié hace 5 días... Por dentro y por fuera... No tengo visión de futuro doméstico automovilístico).
Llego a mi casa, la saludo,  recojo lo poco que he desordenado esta semana de ausencia del hogar y decido entre si preparar las cosas de la semana antes o después de ducharme el cuarto kilo de playa que llevo encima...
Después. 
Como me baňe ahora,  me bajo del mundo hasta maňana... O pasado.

Así que,  manos a la obra. 
Recoge ropa (¿del martes?).
Tiende lavadora (puede que sea de ayer?).
Pon lavadora.
No pongas en marcha la lavadora que no hay sitio para tender.
Recoge todos los zapatos,  chaquetas,  pantalones,  camisetas que vayas encontrando por la casa y acumúlalos en un único lugar... Para que parezca que hay menos y para que estén más cerca de ser ubicados en su sitio.
Vete a preparar la comida de la semana (no le he cogido el tranquillo a esto de cocinar y congelar como las madres... ¡Pero hoy es 1 de abril y seguro que este mes me sale!).
Corta verdura.
Guisa verdura.
Muele verdura.
Va a ser una semana muy vegana.
Saca pescado (vaya,  congelado, habrá que esperar).
Haz una pasta o un arroz o algo de eso que no implique ensuciar mucho, que luego hay que limpiar,  ni prenderle fuego a la cocina... Para eso me tendré que quedar aquí sin moverme,  vigilando al fuego traidor.
Me asomo a la ventana de la cocina como una lugareňa. Justo a tiempo para ver pasar a la grúa... Y a la policía...
Veo una hermosa luz cargada de imágenes de la poli llevándose mi coche mal aparcado.  Donde siempre,  pero mal aparcado.  Donde aparca todo el mundo, sí.  Pero mal aparcado.
Veo una secuencia de grúa,  coche,  lunes sin coche,  trabajar lunes sin coche,  yo explicando a los jefes que no tengo coche,  ni puntos del carné,  ni dinero para pagar la multa...
Salgo corriendo,  dando gracias por mi vena cotilla (como la vecina que habla mucho) ,  por mi vena cochina ( por no ducharme al llegar) y por mi cara dura,  que me permiten pasar delante de los vecinos,  la grúa,  la poli,  meterme en mi coche sacarlo pitando de allí,  mientras ellos están entretenidos fotografiando y preparándose para llevarse otro coche que bloquea la salida de dos vecinos...

Besis de Thelma (o Louise)  a la carrera.
Geisha pasada por Semana Santa.

0 mentiras piadosas:

Publicar un comentario

Miénteme.