viernes, noviembre 02, 2012

PEDO-SINCRASIA

Bueno, después de tanto exigir igualdad entre hombres y mujeres, creo que ya va siendo hora de que admitamos algunas de nuestras faltillas para equipararnos al sexo masculino. 

Porque sí, señoras mías, reconozcámoslo (creo que se escribe así), nosotras TAMBIÉN nos echamos unos PEDETES de vez en cuando (cuescos, pedos, super-pedos, flatulencias, aires o ventosidades, ...)

Vale ya de hacer implosionar nuestros gases, sabiamente producidos por nuestro organismo durante la digestión. Vale ya de contraernos para evitar que nuestro churri pueda oir ( y oler) que somos tan humanas en nuestro cuarto trasero como en el resto de nuestro cuerpo... Nosotras también nos "peamos", aunque suene poco glamuroso decirlo.

Porque ... de quién crees si no que son los pedos apestosos? De las vegetarianas estrictas que quieren cuidar la línea; de las que están todo el día contrayendo el esfínter para no quedar mal y de las que, a sabiendas de que son intolerantes a la lactosa, se empeñan en tomarse el café con leche de la media mañana.

Y qué pasa cuándo uno quiere aguantar algo tanto como ello quiere salir? Que la naturaleza acaba ganando, y el pedín acaba saliendo... en modo silencioso, como la pistola de los malos de james bond; pffffffff. En modo traidor, que crees que va a ser cortito y no va a sonar y acaba trompeteando. El archiconocido modo apestoso... que forma una pared invisible, pero que te comes a mordiscos como te tropieces con ella... O un clásico, meterse en el coche y romperse como si se tratara de una maratón de reggaeton... (qué super-escatológica estoy hoy) 

En fin, mis queridas ladies, sé que no queréis oir que sois mortales... y probablemente vuestros churris tampoco, porque cuando se te escapa el primero, te miran con una sonrisita paternal y te dicen que no pasa nada... pero cuando coges confianza, te miran con cara de gatito de shreck, echando de menos los tiempos en los que te comportabas como una "apédica", más glamurosa y con más dolor de barriga. ¿A qué sí?

Pues eso, como lo de los culpables y las piedras, reconoceré que yo hoy  no me he tirado un pedillo en la piscina porque me hubieran delatado las burbujas ni tampoco lo he hecho en el trabajo para no aguantar las risas posteriores y en el coche no he podido porque iba pensando en este blog y me ha dado la sensación de que el señor del coche de al lado me miraba esperando el momento en el que me rendiría... Pero no! He sido fuerte y he aguantado hasta llegar a casa...ejem, perdón.

Besis de esta cochina que no tiene nada más que hacer que delatarte.
Buen finde.
Geisha.

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