sábado, octubre 13, 2018

Twenty-eight times per minute.

Sé de buena tinta de impresora que cierto  personal de seguridad de cierto aeropuerto isleño tiene sentimientos encontrados respecto a mí. No se deciden entre si me odian, si les divierto, si estoy tomando alguna medicación de tipo psicotrópica y se me ha olvidado alguna dosis...

Yo lo tengo claro.  Cada vez que me hacen quitarme los zapatos (tacones, no tacones,  sandalias,  botas, all Star...), me requisan un paraguas, o me toca un "aleatorio de drogas" (bastante a menudo,  por no decir siempre... debo de tener cara de "aleatorio de drogas")... los voy queriendo un poco menos... apócope de varios tacos que me vienen a la mente y que no usaré porque son personas humanas enteras en su lugar de trabajo y haciendo su faena... que su faena incluya a veces @#$@#$% al personal... pues bueno, nos compramos un paraguas nuevo en los chinos y a sustituir el antiguo (que misteriosamente sí puede entrar a la isla como equipaje de mano,  1pero...taraaaaa, tiene que salir como equipaje facturado ... de lo cual te enteras in extremis,  después de haber pasado el control de seguridad y border line total para llegar a la puerta de embarque)

Pero lo de hoy ha sido una experiencia completa y absolutamente distinta...
Maleta facturada (sin paraguas).
Bolsa de mano (ídem,  y con los tacones kilométricos bonitos que me he conseguido en un outlet de zapatos súper mega bonito de la life... paraíso). Llevo sendos gorros de ducha azules en los pies.
Bolso de señora (o señorita. Bueno, de señora abuela que trafica con containers o algo, porque es enooooormeee). Contiene... abreviando... de tooodo. Y vibra.
¿Vibra?
Por qué vibra.
No es el móvil (está en la bandeja de seguridad).
No es la tablet (está apagada).
No sé por qué vibra mi bolso. No debería.  No hay nada que...
Oh, oh.
Sí hay.
Cuando me acuerdo,  las cintas traidores ya se lo han llevado camino al escáner,  y el cristal de seguridad no me permite recuperarlo.
Pasa el escáner.  Se miran,  se ríen.  Vuelven a pasarlo.
A mí yo descalzo con cara de cansada y de vergüenza le pita el "aleatorio por drogas"... me llevan al 'descampado aénico'.  Ese rincón donde estás solo, por intimidad,  pero al que te llevan porque "algo habrás hecho ".
Tengo 3 bandejas.
La de la tablet.
La de la bolsa, zapatos, móvil...
La bandeja vibradora, con el bolso vibrador,  ...
El policía se ofrece a llevarme una. Coge la última.  La que vibra.
Hace un comentario... "pues sí que vibra"
Muero por cero coma segundos.
Abro el bolso para que pasen la tira reactiva del test.
Pido permiso para abrir el neceser.
Saco el artículo vibrante.
Cepillo de dientes sónico.  Se mueve 28mil veces por minuto.
"Chos eso sí que limpia "
Sí,  jaja.  En farmacias,  ya sabes.  Y no hace ruido.
#truestory

Besis sonrientes del #díamundialdelasonrisa (reírnos,  nos reímos)
Geisha trabajadora por el mundo.

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