miércoles, marzo 10, 2010

SEMANA FECAL

Ya lo decían las abuelas, que cuando llueve, llueve sobre mojado; que tropezarás dos veces con la misma piedra y que a quien no madruga, d(D)ios no le ayuda.
Y después de la semana, el mes, el año que estoy teniendo, doy fé de que alguien me está poniendo la pierna encima para que no levante cabeza...
Siento que estoy entrando en un pozo oscuro de soledad y desesperación, de incomprensión y culpabilidad. Estoy desubicada de mi lugar en el mundo, de mis decisiones anticipadas y de los "lo que pude haber hecho y no hice".
Me noto cansada, apática, a ratos frenética para borrar lo que se me viene encima: el tiempo, la impotencia, la duda de que algo no va bien... ¿yo? Hasta ahora me había ido bien...quizá me estaba engañando, o quizá ya estoy harta de luchar contracorriente y deba dejar que se aprovechen de mí los de siempre, los que tienen el poder y la última palabra.
A lo mejor podría emigrar y empezar de nuevo, pero quién me garantiza que volveré y que lo que dejo atrás estará aquí.
Estoy cansada de vivir la vida pensando en lo que hice, lo hecho hecho está y hecho se queda. Habrían sido las cosas diferentes si las decisiones hubieran sido otras? O habría acabado indefectiblemente en el mismo punto en el que me encuentro?
Dicen que cuando las cosas se hacen de rogar es una prueba del destino, se hacen merecer, hacen que la espera merezca la pena. Pero la espera me está consumiendo...ya no me queda casi vida que invertir... Espero que cuando el oxígeno y la luz lleguen, no sea demasiado tarde para mí.

3 mentiras piadosas:

Maragori dijo...

" Estoy cansada de vivir la vida pensando en lo que hice, lo hecho hecho está y hecho se queda. Habrían sido las cosas diferentes si las decisiones hubieran sido otras? O habría acabado indefectiblemente en el mismo punto en el que me encuentro? "

Tienes toda la razón. Como decía Rafiki (el mono de Rey León), "hay que dejar lo atrasado en el pasado", lo había olvidado...Mejor no comerse el coco si no tiene remedio. :)

la francesa dijo...

como tú me dices: hazte fuerte. Pero que tu fortaleza no ensombrezca tu sensibilidad. Ya sabes que yo también siento esa falta de oxígeno y luz que me ayuden a vivir, pero no es que no haya suficiente para mí, es que no lo quise ver...besos y ánimo!!!

Calipso dijo...

Todo pasa por algo, ciela. Siempre.

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